viernes, 18 de noviembre de 2011

Canal en YouTube

Hola!
Sólo para informarles que acabo de abrir un canal en Youtube.
Esto, debido a que´, como bien versa el dicho: "una imagen dice más que mil palabras", y si es un video, mejor, no?


Este canal me servirá de complemento y, porqué no, mejorar la comunicación de los contenidos que publique en adelante.


Así que les invito y animo a suscribirse para las nuevas actualizaciones!











@diegoganoza

martes, 1 de noviembre de 2011

Ahorro es progreso -decía alguien que no recuerdo-.

Aquí algunos consejos (4 en cada punto) sobre cómo ahorrar energía, y por lo tanto: dinero.


1. En casa.Casa


- La más conocida por todos, pero no por ello practicada en igual medida. Utilizar el agua cuando tenga que usarse. Es decir, por ejemplo si lavo vasijas o las manos, cerrar el grifo si estoy pasando el detergente o el jabón, y abrirlo para su  posterior enjuague. Lo mismo por su queremos limpiar el auto -coche-, la mascota, etc.


- Las bombillas de luz "ahorradoras" son una buena alternativa de ahorro. Pese a su elevado precio sobre las demás, el verdadero resultado se ve a fin de mes cuando nos llega la factura. Este tipo de bombillas gastan hasta 5 veces menos que las convencionales y duran hasta 10 veces más. Encender las luces que son necesarias, si hay iluminación que proviene del exterior -sí, las ventanas- y que facilitan recoger o dejar algo en una habitación en un mínimo de tiempo, no hace falta encender la luz.


- Si tienen una portátil en casa, es conveniente que la desconectemos cuando la batería esté cargada al 100% y conectarla exclusivamente para volver a cargarla. Este proceso -el del conectado y desconectado- nos es doblemente útil porque al tiempo que ahorramos la descarga continua de energía, nos tomamos un tiempo de receso en nuestro trabajo, y así volvemos con nuevos aires. Lo mismo con los teléfonos móviles y artefactos afines. -No, la nevera no-


- Es preferible ponerse una chaqueta -casaca- encima que encender la calefacción. O, andar en polos ligeros que activar el acondicionado.


 


2. Fuera de casa.


- Para los que nos gusta conducir. Conducir de forma segura y prevenida supone una disminución del 25% de los accidentes en carretera. De modo que, a menos accidentes, menos gastos de Seguros contra accidentes, menos consumo de combustible por parte de las ambulancias, patrulleros, y la moto del tipo representante del Seguro. No es sólo eso, además se asume menos gastos en medicinas, estrés mental, problemas en el trabajo, reparación del auto, etc. -La luz amarilla, ambar, del semáforo significa "detenerse", y no "acelerar"-.


- También, para los que somos fanáticos de salir de viaje. Es muy importante planificarlo antes de poner un pie en la calle. Es un ahorro gordo el hecho de reservar los hoteles, boletos de avión, recorridos, restaurantes, etc. con bastante tiempo de anticipación. Aparte de acceder a descuentos por temporadas, ingresamos a promociones por las fechas que hemos reservado; así, si vamos en grupo o algún evento en especial.


- Planificar la ruta antes de salir de casa. Es super útil saber a dónde vamos -por estúpido que pueda sonar-, por cuál calle o avenida dirigirnos, trazar la ruta más corta o despejada según la hora, etc.; porque nos evita dar vueltas en búsqueda de la dirección cuando nos hayamos "cerca", lo que significa menos ahorro en combustible, y desgaste de neumáticos, frenos, líquido de frenos, etc. Además de tiempo, claro.


- Es preferible utilizar el transporte público que el particular. Utilizar el transporte público aligera los gastos diarios, inclusive si es posible dejar de utilizarlos, mejor. Si el lugar al que queremos ir se encuentra relativamente cerca, es recomendable dirigirse a pie o en bicicleta. Salir media hora antes y aprovechar la caminata para mejorar nuestro ritmo cardiaco.


 


Office 3. En la oficina o lugar de estudios.


- Si usan una computadora -ordenador de mesa- como herramienta de trabajo, lo importante es calibrar su rendimiento versus la energía que utiliza. Como por ejemplo, dejar de usarlos de vez en cuando durante unos 10 minutos, y si lo hacen más de una hora, desconectarlos por completo.


- Por otro lado, mientras se utiliza, es altamente recomendable que el brillo de la pantalla se reduzca en lo posible. Ajustar el brillo permite un ahorro entre un 15% y 20% de energía, y si es el más bajo, será del 40%.


- Yo uso mucho el Google Docs. Es una manera fácil de desarrollar documentos en grupos. Una herramienta como ésta, por ejemplo, nos ayuda a desarrollar trabajos de investigación o de presentación en grupo. Conectarse desde una cafetería o desde casa, ya con un esquema de trabajo desarrollado al salir de clases, nos ayuda a ahorrar en pasajes, desplazamientos, y tiempo -entre que nos alistamos para salir, esperar el bus, esperar a que estén todos reunidos, a esperar a ordenar las ideas, a por dónde empezar a redactar, etc.- Este tipo de herramienta nos permite ir avanzando independientemente del tiempo de los demás, siempre bajo fechas límites -y de manera sencilla-.


- Si vas a ir al trabajo, o a la universidad. Es preferible que coordinemos con un compañero o un grupo que posea un auto, para así ir juntos. Poniéndose de acuerdo en el pago del combustible, la hora de salida, el turno de conducción, el turno del auto. Por ejemplo, si tengo un auto, y algunos de mis compañeros de trabajo viven en el camino hacia él, puedo ir recogiéndolos, así también si un compañero también tiene un auto, podemos turnarnos en los días en que haremos uso de nuestro vehículos particulares. Un día el auto de él, otro día mi auto, tal día el auto del otro, etc. Esto nos ayuda en ahorrar gastos de combustible, mejora la calidad de vida, reduce el tráfico en las calles -lo que evita congestiones vehiculares- , reduce las emisiones de Co2 en el ambiente, y ahorramos tiempo, tanto en ir como en regresar a casa.


 


Y cuando tengan un poco más de tiempo, les invito a ver el siguiente video "Una verdad incómoda", por Al Gore -No se arrepentirán-:











 

 

Espero que se les sea de ayuda. Claro está que las propuestas no son exclusivas, sino más bien inclusivas y abiertas.

 

 

@diegoganoza

 

 

 

viernes, 14 de octubre de 2011

De la Administración Pública, su gentita.

En la edición número 43 del 2010, de la revista del Colegio de Politólogos y IMG-20111014-00030Sociólogos de Cataluña, Àmbits, cuyo tema central es “La administración pública: entre la política y la sociedad”; se realiza una entrevista al profesor Carles Ramió.  Ésta gira entorno a las problemáticas que afronta la administración pública en Cataluña, y su crítica –constructiva- sobre ellas.


Aquí comparto con ustedes parte de esta entrevista –es de mi entera responsabilidad algún error en su traducción-, ya que coincido  con –y por lo mismo, me parecen acertadas- algunas de sus observaciones. Considero además, que bien podrían ser tomadas en cuenta por otras organizaciones en donde bien nos terminan arruinando el día por su extrema ineficacia y cuyo personal goza de una actitud altanera injustificada.





¿Cuál es, hoy en día, el estado de salud de las Administraciones Públicas catalanas?
El estado de salud de las Administraciones Públicas catalanas es bueno y malo a la vez. Por un lado son eficaces y ofrecen unos servicios públicos de calidad. Cuando al ciudadano se le pregunta sobre los servicio en concreto que reciben, se muestran satisfechos, y así lo valoran en las encuestas. Por otro lado, sin embargo, no está claro que estas administraciones sean eficientes. Eso se debe a un problema estructural de falta de productividad que afecta Cataluña y al conjunto del Estado, tanto el sector público como el privado. Hacer que las Administraciones Públicas sean más competitivas es uno de los principales retos que tenemos actualmente. (Subrayado mío).


¿Esta debilidad se podría solucionar reduciendo el número de empleados públicos?
Yo no creo que haya demasiados empleados públicos. Si nos comparamos con países de nuestro entorno, observaremos que todos tienen más empleados públicos por habitante que nosotros. Hay que tener en cuenta que las dimensiones de nuestras Administraciones Públicas están pensadas para atender a seis millones de habitantes, y ahora ya son siete, por lo tanto, es inevitable que el volumen de funcionarios crezca. Además, casi todos los servicios que prestan –básicamente vinculados  a la salud, a la enseñanza y a los servicios sociales- son directos, cosa que obliga a hacer nuevas contrataciones.


¿Cuál es, entonces, la causa de esta ineficiencia?
Los empleados públicos han ido acumulando con el tiempo, un conjunto de derechos absolutamente desmesurados, de manera que trabajan muchas menos horas que los del sector privado. Algunos estudios demuestran que, entre vacaciones, días de asuntos propios, bajas por maternidad o paternidad y medidas para la conciliación de la vida personal y profesional, esta diferencia es de unas doscientas horas. Una buena fórmula para resolver esta cuestión sería un pacto entre los sindicatos y los diferentes partidos políticos, que se redujera estos excesos de derechos y lograr así aumentar la productividad. Otro mecanismo, podría ser la evaluación del desempeño, a través de incentivos positivos, como los que se utilizan para que el profesorado universitario incremente la productividad en la investigación; y negativos que aún nadie nunca se ha atrevido a establecer.  (Subrayado mío).


¿Piensa que hay suficiente cultura de servicio público en las Administraciones Públicas catalanas? ¿o bien, predomina la cultura empresarial, quizá más propia del talante catalán?
En Cataluña no hay una cultura de servicio público, y aún menos unos valores institucionales comunes a toda la Administración de la Generalitat. Aquí tenemos culturas departamentales totalmente fragmentadas; es decir, con unos lenguajes y símbolos que son específicos a cada departamento y no están articulados de manera conjunta para
toda la institución. Cuando los nuevos efectivos entran en la función pública, lo hacen muchas veces por motivaciones ajenas a una vocación de servicio público y la forma de hacer oposiciones (evaluación que han de pasar las personas que quieran trabajar para el Estado) tampoco los socializa con estos valores. Es por eso que yo siempre he creído que la formación de entrada es el gran momento de socializarlos con los valores públicos y con los valores institucionales.


En las conferencias acostumbro a decir en broma que para entrar a trabajar a la Administración Pública se ha de estar enamorado de los valores públicos. Nada más así, se está al servicio de los conciudadanos y se defiende el interés público. Aunque evidentemente  nunca lo podré hacer, porque vulneraría los principios de igualdad, capacidad y mérito. Yo pondría un test del amor como prueba selectiva. Y si los funcionarios no entran enamorados, lo que debemos de hacer es conseguir que se enamoren por medio de la formación de entrada, de un proyecto de formación permanente y de acompañamiento institucional. (Subrayado mío).


IMG-20111014-00029¿Qué otras carencias ve en las Administraciones Públicas catalanas?
Otro problema, aún más preocupante, es la falta de madurez institucional provocada por una falta de tradición de nuestras Administraciones Públicas, aún muy jóvenes, y una cultura política en nuestro país de carácter heterodoxo. Ésta se hace evidente en el elevado grado de rotación de los subdirectores y subdirectoras generales, funcionarios de carrera pero elegidos por criterios de libre designación. Dado que se trata de lugares de confianza política, existe la idea absolutamente perversa que todo cambio –ya no de partido político en el gobierno, sino de alto cargo- implica la renovación de la mayor parte de estos efectivos, con independencia de su valía profesional, para poder ubicar a los propios conocidos y clientelas. Éste es un error gravísimo, ya que es precisamente en este ámbito estratégico de la Administración, de rótula entre los niveles político y profesional, donde se reúne más conocimiento y fortaleza institucional. (Subrayado mío).


¿De qué manera se pondría remedio?
Personalmente, considero que estos no deberían ser lugares de confianza política, sino de desconfianza política. Los cambios, nada más, estarían justificados en aquellos casos que el profesional hubiera sido contaminado por la opción política anterior y, en consecuencia, bloqueara las políticas públicas que actualmente se quieren implementar. Una buena regulación del directivo público acabaría con esta práctica, pero eso implicaría establecer un conjunto de límites que la clase política, ahora por ahora, no está dispuesta a autoimponerse.


(…)


Viendo que las plazas dirigidas a politólogos y sociólogos son aún escasas, ¿cree que sería buena idea la creación de unos cuerpos específicos mediante los ámbitos funcionales que faciliten la incorporación de estas titulaciones en la Administración Pública?
En primer lugar, debemos entender que para trabajar para la Administración Pública no hay que ser funcionario. El sector público es muy amplio: dentro están las empresas públicas, los consorcios, los organismos autónomos, el sistema parapúblico, etc. Es aquí donde trabaja la mayor parte de los empleados públicos. Cuando el politólogo que quiere ser el funcionario clásico, tiene la opción de entrar al cuerpo superior de carácter general. Crear un cuerpo específico reservado únicamente para politólogos y sociólogos sería una estrategia corporativa de carácter antiguo que a la larga nos perjudicaría, porque las plazas ofertadas serían  muy pocas. Nosotros, de acuerdo con nuestra polivalencia, debemos aspirar a ocupar varios lugares de trabajos diferentes.


Lo que sí es cierto es que las administraciones deberían de ir cambiando el contenido de los temarios, introduciendo materias más afines a nuestras licenciaturas, como temas de gestión y de políticas o temas de carácter social. No tanto porque favorezca a los politólogos y sociólogos, sino porque a las Administraciones les falta este perfil no tan hiperespecializado, y mucho más multidisciplinario y transversal.



 


Para más información acerca de la carrera, teorías, artículos y demás, del profesor Ramió, bien podrían googlear, o visitar el blog de nuestros amigos de eadminblog.net, que poseen varios interesantes artículos sobre las propuestas y temas que rodean el presente post.


Finalmente, sólo me gustaría acotar que, si bien es cierto que cada gobierno, cada administración es distinta según la realidad social en la que se desenvuelva, quisiera jugármela proponiendo que las necesidades respecto a esto, en cada uno de nosotros -en el fondo- son las mismas: esperamos eficacia y eficiencia por parte de los organismos gubernamentales para con la viabilidad y buen funcionamiento del sistema administrativo. Un claro compromiso por parte de sus agentes como de nosotros, sus usuarios, es fundamental para echar la máquina a andar.



@diegoganoza 

domingo, 2 de octubre de 2011

Viaje: Lima to Amsterdam – Schiphol Airport (III)

…Han pasado más de 20 años desde mi primer viaje en avión. Sin embargo, la sensación que sentía en esos precisos momentos del despegue, eran las mismas de aquella vez…

Mientras veía cómo se alejaba una Lima iluminada y extensa, pensaba en los meses que estaría fuera, y de las cosas que seguramente me perdería. Dejaba Lima por un tiempo, la dejaba y me preguntaba sobre mi sensación al estar de retorno dentro de los casi 3 meses que estaría fuera.

Me alejé de la ventanilla y el gran 777 empezó a inclinarse hacia un lado, a dar vuelta para lo que sería la ruta al gran norte. Sobre mi asiento, aún sentía a la gente quieta. Algunos tosían levemente mientras que algunos otro se acomodaban mejor.

Miré nuevamente sobre la ventanilla y ya las luces habían desaparecido. Sin duda, yaPC131375 volábamos alto. Luego, las luces que indicaban el ajuste de cinturones se apagó y en seguida muchos se empezaron a mover y a sacar cosas de sus mochilas y maletas, como almohadas, libros, audífonos, etc. Yo cogí mi, aún por explorar, control remoto y encendí la pantalla de 10 pulgadas, al frente mío –o delante mío, como prefieran-. Le di una revisada general a todo el contenido “interactivo”, y después regresé a la sección Películas. Habían muchas que aún no había visto, así que escogí una que ya había visto –Sí, no estoy loco, simplemente quise ver una ya conocida, no sé, se me antojó pues-, así que me crucé con Wall-e.

PC131369Cruzando el Ecuador –por el país y la línea-, aparecieron las aeromozas con la cena. Pedí carne, y seguí metido en la película. Por ratos, volvía a mirar hacia afuera, pero el cielo oscuro no me dejaba ver mucho. Luego de un rato, recién pude vislumbrar algunas luces, pequeños lugares, allá abajo, a lo lejos.

Estábamos ya saliendo de América del Sur, cuando la cabina comenzó a temblar, pronto se encendieron las luces del cinturón de seguridad y por micrófono anunciaron lo que ya se estaba sintiendo, por lo que recomendaron calma y aseguraron su pronta salida. Yo, continúe con mi cena. Me esperaba algo más fuerte para serles sincero –tranquilo pues!-.

Pasados a recoger los utensilios de la cena, las aeromozas desaparecieron y la cabina sePC131376 cubrió de silencio nuevamente. Un silencio que anunciaba ya la hora de dormir. Pero yo no podía. Pese a que habían apagado las luces del interior, estaba inmerso en otra película –y ahora sí, en una que no había visto antes-, y las ganas de seguir viendo por la ventanilla no paraban.

Poco a poco, el trajín del día se hacía presente. Me empecé a sentir cansado y terminé apagando todo a mi alrededor, incliné mi asiento lo más que pude y con almohadilla debajo de la cabeza me quedé dormido.

Al día siguiente –el de la cabina, porque además tienes el tiempo de la ciudad de origen, el tiempo en la posición del avión, y el tiempo en la ciudad de destino-, desperté a tiempo para recibir una toallita húmeda y caliente. Intenté abrir la persiana de la ventanilla y la aeromoza me lo prohibió –aún no, por favor-. Así que encendí la pantalla y vi la ubicación actual y las horas que aún faltaba para llegar.

PC141389Por un rato, me la pasé leyendo el libro que tenía en mano. Luego, las persianas ya podían abrirse. Quería abrirlas, porque supuestamente ya estábamos sobre Londres. El paisaje había cambiado completamente. El cielo estaba despejado y la ausencia de nubes era evidente. A los lejos, allá abajo, podía divisar las parcelas de campos de agricultura, las extensiones de terrenos cercados, las carreteras asfaltadas cruzándolas.

Faltaba muy poco para llegar. Pese a la cantidad de horas que dura un vuelo así, puedo admitir que casi ni las sentí. El gran triple siete empezó a girar nuevamente, y de pronto anunciaron que nos estábamos acercando al destino, Amsterdam. Pidieron asegurarse los cinturones de seguridad, ya que pronto empezaríamos con el descenso. Me acomodé sobre mi asiento, aseguré mi mochila, y puse mi casaca al lado. Podía ver a través de la ventanilla cómo las nubes iban acercándose. Poco a poco pasaban a ser más densas, a medida que también se tornaban grises. Era diciembre, y el invierno europeo empezaba a recibirme.

Las densas nubes empezaron a copar el exterior del avión. Tal línea roja del termómetro, veía cómo éstas empezaban a subir. Nos internamos en ellas. No se podía ver nada afuera. En eso, la ventanilla empezó a recibir gotas de lluvia. Ya las estábamos pasando a gran velocidad. Nuevamente, miré hacia abajo y pude darme cuenta del gran techo gris que cubría Amsterdam. En seguida, pude ver las carreteras, los autos en ellas con el parabrisas y luces encendidas, pude ver los grandes edificios y las extensas zonas de naves. Inmediatamente se me vino a la mente los comerciales de Play-Go que pasaban por la televisión en estas épocas de navidad que simulaban una gran metrópoli.

Mientras tanto, el gran 777 de Klm continuaba con el descenso a una gran velocidad. CadaPC141391 vez estaba más cerca del suelo. Los alerones comenzaban a moverse hacia arriba y hacia abajo, tratando de darle equilibrio. De pronto, se escuchó bajar los trenes mientras cruzábamos una gran carretera, la que me hizo recordar a la vía expresa en Lima, pero con menos vehículos en ella, y recién pintada, y recién limpiada, y recién podada, etc.

En eso, apareció a un lado los rieles del tren y alrededor grandes conteiners apilados ordenadamente a los largo de su recorrido. Los edificios retornaron a su tamaño original y lo mismo con los grandes espacios industriales. Ya casi nos encontrábamos al nivel del suelo cuando de un momento a otro toda la cabina se estremeció con el pisar de los grandes neumáticos. Acabábamos de aterrizar.

Apenas bajó la punta del avión, pude darme cuenta de la inmensidad del Schiphol. Sin darme cuenta, ya habíamos cruzado varios terminales. Grandes aviones estaban a la espera del abordaje de sus pasajeros, era la primera vez que veía los 747. Una gran cantidad de aerolíneas del Asia y del Medio Oriente estaban presentes. La cantidad del personal de tráfico también me fue tremenda. Todos dirigiéndose de un lado a otro. Pero, sin lugar a dudas, el reinado del celeste era evidente a la vista.

PC141392Pasaron varios minutos antes de que nos detuviéramos. Avisaron que no nos levantáramos de nuestros asientos hasta que el avión hubiera parado completamente. Pedido que noté que todos obedecieron. Y otra cosa que noté es que no había sentido los aplausos que supuestamente hay en el aterrizaje –pues simplemente, nos los hubo-. Una vez enganchado el avión a las mangas del terminal, la gente empezó a sacar sus cosas.

Con mochila en la espalda y mi maleta de mano al lado, esperé a que la gran cola avanzara hacia la salida. Luego de unos minutos, lo pude hacer yo. Me despedí con un sonriente ´Thank you, bye´.

Salí del avión, pero no pude avanzar mucho porque ya en la manga había otra cola. –Pero de qué? lo mismo me pregunté en ese momento- Resulta que se trataba de un control de seguridad, pues habían dos agentes de policía a la salida de la manga que revisaban los pasaportes de cada uno de los pasajeros que salían de ese vuelo –en especial-. Además, había otro con un perro dando vueltas a lo largo del recorrido entre el avión y la salida. Drogas, robo, orden de captura; muchas podían ser las posibilidades por las que debíamos hacer dicha cola y esperar. Cuando al fin pude ser el siguiente, revisaron mis datos en el pasaporte, y al mismo tiempo me pidieron que continúe. 

Luego de salir de dicho control, guardé nuevamente mi pasaporte –en mi cartapacio gris-. Agarré mi maleta dePC141403 mano y empecé a sumergirme en el gigantesco Schiphol. Debía buscar la puerta de embarque número D71, así que levanté la vista y en seguida me di cuenta que sería más sencillo de lo que pensaba, pues las señalizaciones me facilitaron el trabajo.

Lo único que me despistaba del trayecto, era ver la cantidad de gente que había, y digo cantidad porque se trataba de gente de todo el mundo, hablando distintos idiomas y vistiendo de variadas maneras, personal de las diversas aerolíneas caminando en grupos, la gente que se encontraba muy entretenida en las grandes tiendas comerciales, supermercados, ´jockeysplazas´ que estructuraban el Schiphol. Todo ello, sin contar con las grandes narices de los 747 que se asomaban en las puertas de embarque que pasaba de tanto en tanto.

Pero bueno, contaba con varias horas para ubicar mi puerta de embarque antes que saliera mi próximo vuelo. Sí, algo de dos horas más de vuelo hacia Estocolmo me esperaban. Pero bueno, esa es otra historia, es otro viaje.

Fin.

@diegoganoza

 

 





Buen video de “ibe1072”, en YouTube

 

- Part 1: http://diegoganoza.wordpress.com/category/boeing-777-200er/page/2/

- Part 2: http://diegoganoza.wordpress.com/2011/09/21/viaje-lima-to-amsterdamschiphol-airport-ii/

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