Existe un dicho que reza “en los peores momentos son donde realmente conocemos a las mejores personas”. En estos días se vive uno de los peores momentos de la sanidad pública: la continua expansión del Coronavirus en el mundo; sin embargo, no logramos reconocer las mejores condiciones para salir adelante.
Si no somos doctores y especialistas en medicina o desarrollamos alguna actividad vinculada, mucho no podemos hacer. Y digo mucho, porque está en nuestras manos encaminarnos en otras tareas que sirven de ayuda para el control y contención de este virus. Sin embargo, no todos somos conscientes de ello y con nuestras acciones individuales terminamos perjudicando al colectivo.
Este perjuicio termina convirtiéndonos en el óxido que corroe la cadena logística en sus diversas etapas, dificultando su función de mantener y controlar los flujos de materia prima y productos:
i. Proveedores: La crisis tuvo su inicio en el gigante asiático. Gran proveedor de diversos productos elaborados, China tuvo que poner pausa al funcionamiento de sus fábricas y en cuarentena a más de 20 millones de personas como una de las primeras medidas para contener el virus. Ésta trajo como consecuencia la paralización de un importante porcentaje del comercio internacional. Afectando industrias como la agrícola, tecnológica y el turismo. Pese a ello, la lenta decisión de la paralización de la actividad empresarial de muchos proveedores afectó la contención del virus.
ii. Aprovisionamiento: Un barco tarda unos 20 o 35 días en cubrir la ruta entre España y China; y desde que China inició la paralización de su producción, el tráfico de los barcos que transportan diversos envíos programados a la península, ha ido cayendo. Esto causó que muchas empresas españolas sientan el impacto no solo en la producción si no en las proyecciones que tenían para sus ventas y transportes a los clientes finales; incluso, por hoy no hay fecha para que esta situación termine, y sus existencias se vean repuestas .
iii. Transporte: Como hemos visto, los barcos demoran 35 días para transportar mercancías desde China hasta España. Ello, significa que desde que se inició la expansión del virus, actualmente hay muchos barcos que aún se encuentran en puertos chinos. Esta situación significa a su vez que, sin mercancía por transportar, los costes comienzan a aumentar por carga. No sólo los barcos, sino también camiones y toda empresa de transporte vinculados al comercio exterior se ve afectada de este incremento causado además por el cierre de mercados, la falta de diversificación, etc.
iv. Distribución y puntos de venta: El reabastecimiento se vio perturbado gracias a las compras desmedidas y repentinas del público o clientes finales en diversos países. Estas compras han sido causadas por la desesperación y el temor de afirmaciones infundadas durante las últimas semanas. El incremento de este tipo de venta afecta de manera directa el abastecimiento y la programación que tiene el departamento de aprovisionamiento para mantener un nivel óptimo de existencias en las tiendas . El abastecimiento no previsto, aumenta los costes y genera frustración e incertidumbre en el mercado si no colma las demandas.
Si bien es cierto que la logística es el conjunto de acciones o métodos que permite que los clientes tengan en manos los productos que requieren, ésta no deja de ser un pieza o herramienta más para obtener algo que necesitamos; y como herramienta tenemos el deber de usuarios saber usarla con responsabilidad, reconocer la situación y evitar con nuestras acciones ser el óxido que podría perjudicar cualquiera de sus eslabones.
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Diego Ganoza