Perú.- Acuerdos comerciales como a los que queremos llegar con Canadá, son de mucha importancia para el país. Digo ésto no sólo por un tema de dinámica comercial y aumento de capitales extranjeros en nuestro Perú, y el aumento de su presencia en el mercado internacional; sino también como una oportunidad más para plantearnos seguir potenciando un tema de crecimiento sostenible, pese a las tareas aún pendientes a nivel interno.
Entrar a competir en mercados internacionales demanda por nuestra parte estar preparados, porque el flujo es en doble sentido: vendemos y compramos. El ingreso de productos extranjeros se hará para competir con los nacionales, y si no nos encontramos mejor preparados: relación calidad-precio, estaremos en una seria desventaja.
El mercado canadiense, y por ende su empresariado, posee una dinámica y un tamaño mucho mayor que el peruano, por lo que tener un Tratado de Libre Comercio debe tomarse desde las puntas: es decir, el Perú no debe descuidar los beneficios que debe traer acuerdos como éste. En particular, se debe proteger al micro y pequeño empresario. Esta protección debe darse desde distintas expectativas: tributarias, formativas, etc.
Si bien es cierto que la participación en mercados extranjeros es una gran herramienta para la internacionalización de nuestras empresas; ello debe estar respaldado de una política agresiva en el cuidado de nuestro mercado interno.
Hace poco vivimos el ingreso de un mercado Chino, cada vez más omnipresente en el mundo; por lo que comerciantes, como los del “emporio Gamarra”, se vieron amenazados, especialmente aquellos dedicados a la industria textil. Competir con los precios que ofrece el mercado Chino es una gran desafío, motivo por el cual la participación conjunta y activa del empresariado y el Estado es vital para poder hacerle frente.
Por otro lado, vemos a nuestro vecino Brasil, integrante de el BRIC, conjunto de países de mercados emergentes: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica; que mantiene una política un poco más proteccionista de su gran mercado interno. Brasil impone barreras arancelarias altas a aquellas producciones que deseen salir del país así como aquellas que desean ingresar y es que la demanda del mercado Brasileño debe abastecerse en gran medida.
Finalmente, no debemos olvidar que nuestro país fue y es un territorio de emprendedores. Las constantes inestabilidades políticas que hemos sufrido a lo largo de estos años han enseñado al peruano que debe plantearse su propio camino comercial. El tema del emprendimiento, tan de moda en estos años en muchas partes de Europa y Estados unidos, no es nuevo en nuestro país. Por ello, los temas formativos y de actualización deben estar acorde a las temáticas actuales, de acuerdo a las condiciones comerciales que el Perú firme. Es responsabilidad del empresario peruano,a su vez, saber aprehender las mejores estrategias para poder desempeñarse con éxito en este mercado global cada vez más cercano al nuestro.
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Fuente: Comercio bilateral entre Perú y Canadá aumentó 30% a cinco años de TLC